¿Qué es la rinitis alérgica?
Llamamos alérgeno a cualquier sustancia, habitualmente una proteína, que normalmente es inofensiva, pero que, en personas susceptibles, causa síntomas alérgicos. La rinitis alérgica es una respuesta alérgica a alérgenos ambientales. El polen es el alérgeno más común en la rinitis alérgica estacional, mientras que los ácaros son la causa más frecuente durante todo el año.
Casi el 50% de las primeras visitas en una consulta de Alergia es por rinitis. Entre el 10 y el 25% de la población mundial tiene rinitis alérgica, padeciéndola el 21.5% de la población española.
Síntomas de rinitis alérgica
Los síntomas comunes de la rinitis alérgica incluyen: estornudos (habitualmente en salvas), mucosidad, congestión nasal, picor de nariz, tos, picor de garganta y cansancio. Muchas veces los síntomas nasales se acompañan de síntomas oculares como ojos rojos, picor de ojos y lagrimeo, lo que se denomina conjuntivitis alérgica. La fiebre no es un síntoma de rinitis alérgica. Es muy raro tener síntomas oculares sin que se acompañen de síntomas nasales.
Por lo general, el paciente notará uno o más de estos síntomas inmediatamente después de entrar en contacto con una sustancia a la que sea alérgico. Algunas personas experimentan síntomas solo en raras ocasiones precisando estar expuesto al alérgeno en grandes cantidades. Hay alérgicos que presentan síntomas únicamente durante una época del año, mientras que otros los sufren durante todo el año. Así, se distingue una rinitis persistente y otra intermitente dependiendo de la duración de los síntomas.
Los niños también pueden desarrollar rinitis alérgica, y por lo general aparece antes de los 10 años. Si usted nota que su hijo presenta síntomas similares al resfriado siempre en la misma época cada año, probablemente tenga rinitis alérgica estacional.
Los síntomas en los niños son similares a los de los adultos. Los niños generalmente desarrollan ojos acuosos y rojizos. Si notas sibilancias o dificultad para respirar además de otros síntomas, es posible que tu hijo también haya desarrollado asma.
¿Qué causa la rinitis alérgica?
Cuando su cuerpo entra en contacto con el alérgeno, sus células liberan fundamentalmente histamina, que es la principal causante de sus síntomas.
Los alérgenos más frecuentes son pólenes, los ácaros del polvo doméstico, los animales y los hongos de la humedad.
Factores de riesgo de rinitis alérgica
Las alergias pueden afectar a cualquier persona, pero es más probable que desarrolles rinitis alérgica si hay antecedentes de alergias en tu familia. Tener asma o eccema atópico también puede aumentar el riesgo de rinitis alérgica.
Algunos factores externos pueden desencadenar o empeorar la rinitis como humo de tabaco, productos de limpieza, temperaturas frías, humedad ambiental, días de viento, contaminación atmosférica, lacas y perfumes.
¿Cómo se diagnostica la rinitis alérgica
Su alergólogo determinará la necesidad de realizar un estudio alergológico dependiendo de la gravedad y duración de sus síntomas. Habitualmente, se llevan a cabo inicialmente pruebas mediante pequeños pinchazos en la piel del brazo. Se colocan gotas de sustancias en la piel y se pincha a través de ellas para ver cómo reacciona el cuerpo a cada una de ellas. Por lo general, aparece un habón, como una picadura de mosquito, indicando que podrías ser alérgico a esa sustancia.
Un análisis de sangre puede complementar a las pruebas cutáneas, para medir la cantidad de anticuerpos (inmunoglobulinas) de tipo E frente a alérgenos que tiene el paciente en sangre.
Tratamientos para la rinitis alérgica
El tratamiento de la rinitis alérgica incluye medidas de evitación de alérgenos, medicación para los síntomas y la inmunoterapia. La medicación incluye fundamentalmente antihistamínicos y corticoides nasales.
El especialista puede recomendarle al paciente alérgico seguir tratamiento con inmunoterapia específica también conocida como vacuna de alergia. Este tratamiento es compatible con el uso de medicamentos para controlar tus síntomas. La inmunoterapia es el único tratamiento que ha demostrado cambiar el curso natural de la alergia. Estas inyecciones disminuyen la respuesta inmune a los alérgenos de forma progresiva. Es un tratamiento que dura entre 3 y 5 años, muy seguro, aunque hay que seguir un protocolo en su administración. Actualmente hay dos tipos de vacunas, subcutáneas y sublinguales. La vacuna subcutánea, que se administra mensualmente de forma habitual, se debe administrar en un centro médico, esperarse 30 minutos después de cada dosis y evitar hacer ejercicio intenso en las 2-3 horas siguientes. Hay que estar sano o con síntomas leves para ponerse la dosis de vacuna. La vacuna sublingual no requiere ser administrada en centro médico, aunque se debe administrar con una frecuencia mayor (a diario o varios días a la semana).
En cuanto a las medidas de control ambiental, se ha demostrado que el control de la humedad reduce las poblaciones de ácaros del polvo, aunque debe ser continuo. El control de humedad se puede lograr utilizando aire acondicionado durante el verano. Los deshumidificadores portátiles también se pueden utilizar en lugares donde la humedad está presente. El lavado regular de ropa de cama puede reducir la exposición a los ácaros del polvo. El uso regular de una aspiradora, sobre todo si tiene filtro HEPA, puede eliminar las partículas de ácaros del polvo y de animales. Asimismo, el lavado regular de mascotas para eliminar los alérgenos puede ser útil. Dado que las mascotas producen alérgenos continuamente, el lavado debe realizarse con frecuencia para que sea eficaz. En cuanto a los alérgicos a hongos de la humedad, la eliminación de las fuentes de humedad, incluidas goteras y la condensación, puede reducir el crecimiento del moho.