La Anafilaxia es la forma más grave de reacción alérgica.
Se define como: “Una reacción sistémica aguda, grave y potencialmente mortal, de instauración brusca, consecuencia de la liberación brusca de mediadores de mastocitos y basófilos”.
En algunos casos puede ser mortal, sobre todo si nos demoramos en identificarla y tratarla, siendo una urgencia médica.
Sus síntomas o manifestaciones clínicas pueden ser variadas, y suelen afectar a más de un sistema o aparato: afectación cutánea, cardiovascular, respiratoria o digestiva.
Las anafilaxias más graves, cursan como SHOCK (o Choque) anafiláctico, debido a la bajada de tensión arterial por afectación del sistema cardiovascular.
Afecta a entre 3 y 30 casos/100.000 habitantes y la mortalidad se sitúa entorno al 1%.
Esto significa que, en España, ocurren cada año entre 1.500 y 15.000 anafilaxias y que la mortalidad afecta anualmente a entre 1 y 300 personas.
Entre las causas más frecuentes, depende un poco de la edad, pero en general, la primera causa en adultos son los fármacos (penicilinas/antinflamatorios, contrastes yodados, látex, etc.), los alimentos como frutas rosáceas como el melocotón o la manzana, frutos secos, marisco, anisakis, etc.
En niños la causa más frecuente son los alimentos, destacando la leche y el huevo, en las edades más tempranas, los frutos secos y los pescados.
En sanitarios, es muy frecuente la alergia al látex.
Reconociendo la anafilaxia:
Para reconocer una anafilaxia, hay que tener en cuenta que hay afectación de al menos dos sistemas o aparatos, y que la instauración es súbita, brusca.
PIEL: Se afecta hasta en el 80% de los casos (ojo que en el 20% no se afecta). Suele comenzar con picor intenso de palmas y plantas, que luego se suele generalizar a genitales, cuero cabelludo y resto del cuerpo. Salen ronchas o habones que son muy pruriginosos y se enrojece la piel.
APARATO RESPIRATORIO: Suele afectarse la nariz, provocando moqueo, congestión, estornudos, picor, así como la garganta, con sensación de cuerpo extraño, o ronquera,…
Puede cursar con edema de glotis que cursa con gran dificultad respiratoria, o si se afectan los bronquios, con crisis de broncoespasmo.
APARATO DIGESTIVO: Dolor abdominal, diarrea, nauseas/vómitos, …
APARATO CIRCULATORIO: hipotensión, mareo, síncope,…
Siempre que sospechemos una anafilaxia por las manifestaciones clínicas, debemos tratarla, ya que las pruebas diagnósticas son lentas y solo son útiles para confirmar si lo que ocurrido ha sido una anafilaxia o no.
Como actuar:
Si estamos en la calle -> llamar al 112, y poner al paciente en una postura cómoda con las piernas en alto.
Si esta inconsciente, o si vomita mejor tumbarle de lado
Si dispone el paciente de un autoinyector de adrenalina sería conveniente usarlo, ya que no hay ninguna contraindicación absoluta para su uso en ningún paciente.
Para ello, seguiremos los esquemas del envase, porque varia ligeramente de una marca a otra.
Cualquiera de los existentes, se aplican ejerciendo presión por encima de la ropa, y en la zona anterolateral del muslo, durante unos 10 sgs, antes de retirarlo.
En ocasiones se puede repetir la dosis a los 5 mins si aún no ha hecho efecto la primera dosis de autoinyector (suele ser aconsejable tener 2 autoinyectores, ya que viene una sola dosis /autoinyector).
Los efectos adversos más frecuentes suelen ser leves: palpitaciones, nerviosismo, temblor, y ceden en un rato.
En pacientes con patología coronaria o cardiaca, puede haber efectos adversos más serios, por lo que habrá que sopesar si usar la adrenalina o esperar (según la gravedad del paciente).
Otros medicamentos, aunque menos prioritarios, serían antihistamínicos que mejoran el picor y el confort, los corticoides que previenen una segunda fase de la anafilaxia que ocurre a veces, horas después de haber mejorado (Anafilaxia bifásica) o bien los broncodilatadores si hay crisis de broncoespasmo.
Tras sufrir una anafilaxia:
Remitir al alta de forma PREFERENTE al alergólogo para hacer el estudio, e identificar las causas de cara a poder prevenir otros episodios.
Se instruirá al paciente en el reconocimiento de los síntomas, y sobre cuando y como usar el autoinyector de adrenalina.
Es conveniente que se instruya al familiar en su uso, por si hubiera pérdida de consciencia.