La inmunoterapia previene de sufrir asma y futuras polisensibilizaciones

La inmunoterapia como tratamiento para curar la alergia ha demostrado, además de ser efectiva en el tratamiento específico de una alergia, tener un efecto preventivo en el desarrollo de futuras polisensibilizaciones. Así pues, aquellos pacientes sometidos a inmunoterapia tienen menor probabilidad de sensibilizarse a otros alérgenos en el futuro. Además, se ha comprobado que cuando la inmunoterapia se introduce precozmente en los niños que padecen de rinitis alérgica, ésta puede evitar que la rinitis derive en asma, una complicación común en niños alérgicos.

La dermatitis atópica puede evolucionar en asma

La dermatitis atópica, que aparece generalmente en los primeros años de vida (el 85 % de los casos aparecen antes de los 5 años) puede evolucionar con la edad causando rinitis alérgica y, en algunos niños, derivar en asma. Esta progresión de las enfermedades atópicas se conoce como la “marcha atópica”. Cabe destacar que no todos los casos de dermatitis atópica acaban produciendo asma y que la evolución depende de factores genéticos y ambientales. La dermatitis atópica en niños tiene además una estrecha relación con las alergias alimentarias y se ha visto que aquellos niños que tienen eccemas en edades muy tempranas tienden a presentar alergias alimentarias.

La principal causa de asma en los niños es la alergia

mujer y niña con inhalador

La mayoría de los niños con asma tienen algún tipo de alergia respiratoria ambiental que influye en el desarrollo y evolución de su enfermedad. Esto es especialmente importante en los niños mayores de 4 años. Por tanto, ante un niño con asma es importante realizar un estudio alergológico completo por parte de un especialista.

La obesidad empeora el pronóstico del asma

El sobrepeso y la obesidad pueden influir en que un paciente asmático tenga peor evolución. Existen varios factores que favorecen esto, por un lado, la obesidad favorece la inflamación de los bronquios, y parece que hace que los fármacos controladores del asma sean menos efectivos. Además, al tener un tórax más voluminoso es más difícil movilizarlo con la respiración, aumentando los síntomas de dificultad para respirar. Por eso es especialmente importante que los pacientes asmáticos lleven una vida saludable y practiquen deporte de forma regular.

La obesidad infantil aumenta la probabilidad de padecer asma

Existen varios estudios que demuestran que en los niños con obesidad es más frecuente el desarrollo de enfermedades como el asma. Este aumento de relación aparece incluso en los pacientes sin predisposición alérgica. Se ha visto que los lactantes con sobrepeso tienen mayor riesgo de presentar sibilancias o pitos.

Tu aliento nos puede decir mucho sobre tu asma

El aire que exhalamos contiene múltiples sustancias que reflejan la composición del aire en nuestros bronquios y alveolos. Analizar estas sustancias puede ayudar a detectar la cantidad y el tipo de inflamación que hay en los pulmones. El análisis de la fracción exhalada de óxido nítrico se hace a través del análisis del aire del aliento, y ayuda en el diagnóstico y el seguimiento de los pacientes con asma. Existen otras formas de analizar estas sustancias que exhalamos, como la recogida del condensado del aire exhalado, que permite analizar muchos otros componentes que en el futuro podrían ayudar a diagnosticar y tratar mejor el asma.

La predisposición a tener alergia se hereda

Es más frecuente que presenten alergia los niños con padres o hermanos alérgicos, ya que existe un componente hereditario que predispone a desarrollar alergia. Los motivos son parcialmente desconocidos: se conocen varios genes que pueden influir, aunque se piensa que podría haber muchos más. Además, se sabe que la expresión de estos genes depende del ambiente en el que nos encontramos. Por tanto, este tipo de herencias es más compleja que, por ejemplo, el color de ojos.

La exposición pasiva al humo del trabajo puede empeorar los síntomas de asma en los niños

La exposición indirecta al humo del tabaco es desaconsejable para los niños, especialmente para los que tienen asma. Fumar delante de niños con asma puede aumentar la probabilidad de que sufran una crisis y de que estas sean más graves. Además, se sabe que esto puede ocurrir incluso aunque no se fume en una habitación con el niño delante, ya que algunos tóxicos persisten en los tejidos y en el ambiente, y perjudican igualmente a los niños asmáticos.

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