La alergia al sol es poco frecuente y se caracteriza por la aparición de sarpullidos y ronchas debidas a la exposición solar. Estas lesiones en la piel están mediadas por el sistema inmunitario y pueden aparecer a los pocos minutos o ser tardías. Las personas que padecen alergia al sol deben tomar precauciones tales como evitar la exposición, usar protección solar o ropa cubriente.