La dermatitis atópica, que aparece generalmente en los primeros años de vida (el 85 % de los casos aparecen antes de los 5 años) puede evolucionar con la edad causando rinitis alérgica y, en algunos niños, derivar en asma. Esta progresión de las enfermedades atópicas se conoce como la “marcha atópica”. Cabe destacar que no todos los casos de dermatitis atópica acaban produciendo asma y que la evolución depende de factores genéticos y ambientales. La dermatitis atópica en niños tiene además una estrecha relación con las alergias alimentarias y se ha visto que aquellos niños que tienen eccemas en edades muy tempranas tienden a presentar alergias alimentarias.(1)