En general para hacernos alérgicos a una sustancia, nuestro cuerpo necesita haber tenido un contacto previo con ella. Es por este motivo que el tipo de alergias ambientales varían de unas zonas a otras, en las zonas costeras predominan las alergias a los ácaros, mientras que en las zonas de interior son más frecuentes las alergias a pólenes. En el sur de España es más frecuente la alergia al polen de olivo, mientras que en el norte de Europa está alergia es menos común.